En este artículo, analizaremos los pasos generales del proceso para brindarte información clave sobre cómo utilizar este método de pago y cobro de manera efectiva.
En las empresas y organizaciones existen tareas repetitivas que se realizan semanal o mensualmente. En la actualidad, se ha demostrado que esto afecta la eficiencia del equipo de trabajo y genera inversiones altísimas de tiempo que colaboran a la pérdida de productividad.
La tecnología es quien acompaña y alimenta cada uno de los puntos mencionados y una de las principales fuentes de revolución a la hora de hablar de formas de consumo.
La pandemia nos ha empujado a adoptar más rápido los pagos digitales brindando dos puntos importantes: comodidad y seguridad desde nuestro hogar. Y, la tecnología ha acompañado a la perfección este crecimiento con nuevas y mejores billeteras virtuales, optimizando el proceso de pagos digitales y con la incorporación de la inteligencia artificial.
Cada marca de tarjeta responde a un adquirente y exige un determinado lenguaje para la lectura de los archivos, ya que deben ser cargados en plataformas específicas dentro de un rango limitado de fechas.
Todos los medios de pago pertenecen a las categorías pull o push y es lo que determina la forma en que acordamos recibir el dinero. Pero… ¿Qué diferencia hay entre pagos pull y push? ¿Son convenientes, ambos, para todo tipo de organizaciones? Estas son las preguntas que responderemos en este informe.
Cuando hablamos del débito automático nos referimos a una forma de abonar servicios que no necesita de nuestra intervención, como pagadores, continuamente ya que basta con autorizar por única vez para que se ejecute por medio de nuestra cuenta bancaria (CBU), tarjeta de crédito o tarjeta de débito, de forma mensual.
Un punto importante sobre el débito automático es lograr comprender qué ocurre cuando una tarjeta de crédito está próxima a vencer. A continuación detallamos una de las principales ventajas de procesar pagos a través de Debi.
Una tarjeta prepaga es un tipo de tarjeta donde el dinero disponible en ella es cargado con anterioridad por el usuario. Su particularidad es que no está asociada a una cuenta bancaria y permite controlar los gastos al disponer solo del dinero cargado. Se puede recargar el saldo desde distintos canales de recaudación, mediante transferencias bancarias o por billeteras virtuales.